En filosofía analítica, un experimento mental es un recurso que consiste en imaginar una situación alternativa, que no se da en el mundo en que vivimos, pero que es posible y, a partir de aquí, se extraen una serie de consecuencias. [Por ‘posible’ se entiende, simplificando el asunto, que no implica contradicción lógica]. Por no dar un ejemplo de la filosofía, vayamos a un caso proporcionado por el cine: la situación alternativa que plantea la película Matrix. Según esta película, realmente nuestras mentes estarían sometidas, por parte de ciertas máquinas, a una simulación que nos haría creer que vivimos en un cierto mundo, el que percibimos por los sentidos, cuando realmente ese mundo percibido no existe. Así, el mundo que percibimos podría no ser más que una ilusión y realmente podríamos estar viviendo en un mundo muy distinto.
A partir de aquí, algunos escépticos han sembrado la duda: ¿cómo podríamos saber que no estamos en Matrix, dado que la situación de estar o no estar es indistinguible para nosotros? El reto para los que no simpatizan con la idea que no podríamos descartar estar en Matrix es mostrar que las situaciones sí son distinguibles de alguna manera (generalmente porque la situación-Matrix es incoherente, y la situación-realidad percibida, no). Esto es complicado pero algunos filósofos lo han hecho, con más o menos convicción. Pero no me interesan aquí las respuestas al reto escéptico, sino la comparación que se establece entre cómo son las cosas (o cómo creemos que son las cosas) y cómo podrían ser (o cómo estamos dispuestos a aceptar que podrían ser). Todos hemos fantaseado con situaciones posibles que no se han dado; por ejemplo, cuando imaginamos cómo habrían sido las cosas si en vez de tomar una cierta decisión, hubiésemos tomado otra. Aquí comparar las dos situaciones nos puede servir para valorar si nos equivocamos o no. En general, plantear situaciones alternativas a las reales puede servir para aprender acerca de la realidad, al contrastarla con otra cosa.
Lo que me gustaría hacer en esta sección es proponer algunos experimentos mentales que implican situaciones posibles (no contradictorias) alternativas a las del mundo en que vivimos. Y me interesa sobre todo comparar cómo son de hecho las cosas con cómo podrían ser. Esto puede servir para conocer mejor nuestro mundo o, al menos, para tomar conciencia de cómo sabemos que es.
EXPERIMENTO 1: Coge una de tus novelas o películas favoritas y donde aparezca un personaje femenino, pon un personaje masculino, y viceversa. Ahora, piensa, ¿cambia eso la obra sustancialmente? ¿Te gustaría igual esa obra? Si crees que el resultado no sería normal, imagina cómo sería un mundo en que una obra así fuese vista con total normalidad, ¿sería un mundo muy diferente? ¿Qué implicaría un mundo lleno de obras invertidas?
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