jueves, 8 de agosto de 2013

¿Para qué ahorrar?


Si no gastamos en cosas o servicios prescindibles, ¿qué hacemos si nos sobra dinero? Ahorrar, ¿no? Bueno, ahorrar es más razonable que gastar tontamente, pero, a fin de cuentas, ahorrar ¿para qué? Mucha gente ahorra durante un tiempo para acabar comprándose algo innecesario pero más caro que los productos de consumo habitual. Y esto tampoco parece razonable.

Antes de volver a la cuestión de qué podríamos hacer con los ahorros, me gustaría reflexionar brevemente sobre el ahorro mismo. La idea de ahorrar, de acumular, es indisociable de la idea de gastar, de consumir. De hecho, el ahorro es posible en tanto que hay un exceso de trabajo –que, en nuestra  sociedad, se traduce en un exceso de ingresos- respecto al gasto realizado. Y ese exceso de trabajo, un exceso sobre las horas de trabajo necesarias para vivir austera pero dignamente, está pensado para consumir productos prescindibles. El ahorro -en el caso de la gente honrada y trabajadora- es el fruto de la represión del impulso de consumir productos innecesarios. Pero, por otro lado, siempre es consumo en potencia.

Así, ante el sobrante de sueldo parece que sólo tenemos dos opciones: gastar o ahorrar. La primera opción es la opción alentada por todas partes. Y hay que recalcar que se alienta un gasto irracional, superfluo, de productos innecesarios. La segunda opción es la más razonable de la dicotomía gastar (innecesariamente)-ahorrar, pero no deja de ser una solución temporal. La pregunta es ‘Ahorrar, ¿para qué?’. Si, como decía al principio del post, el ahorro al final no es más que mero consumo innecesario postergado, tampoco es una buena opción.

Desde mi punto de vista, la solución óptima al exceso de trabajo, y de su consiguiente exceso de ingresos, es acabar con el exceso de trabajo y vivir austeramente, consumiendo lo necesario, pero con un exceso de tiempo libre. Creo sinceramente que lo más racional es acabar con la dicotomía gasto-ahorro. En una economía con sentido ni se desperdicia tontamente el tiempo de trabajo ni se ahorra demasiado.

Ahora bien, estamos muy lejos de estar en una sociedad con una economía cabal y racional, y la dicotomía mencionada es la que se presenta a la gente que, tras eliminar los gastos superfluos, trabaja más de lo que necesita. Así que, ¿qué hacemos con los ahorros si estamos en situación de ahorrar y no deseamos acabar tirando ese tiempo de trabajo? Una opción es dar ese dinero a quien lo necesita, otra posibilidad es guardar ese dinero para no tener que trabajar en un futuro (adelantando así tiempo de trabajo), otra opción es invertir en algo (en algún proyecto interesante). ¿Alguna idea más?

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